Una serie de 13x25 'docuficciones en positivo, que apela al humor y las emociones humanas, para plantear un debate bio-ético participativo, invitando a abrazar la diferencia como prueba de lo que nos hace humanos.

Una serie de docuficciones, para normalizar la diferencia.
Porque “normal”, es todo aquello a lo que nos acostumbramos.

En Japón, las zonas accesibles por los mal llamados “discapacitados”, son señalizadas con un trébol de cuatro hojas. Este símbolo sugiere algo positivo en la mirada sobre esta condición. Nos remite a la diversidad, a todo aquello de extraordinario que forma parte de la naturaleza. Nos invita a integrarlo como parte de la vida.
Este es el tono de nuestro proyecto.

“Por fin una aportación valiosa desde una tv pública al tema de la discapacidad"

“Una mirada nada paternalista sobre la discapacidad, o mejor dicho, sobre las diversidades humanas”

“La utilizo en clase como profesora. Todo lo que toca es muy valioso e importantísimo"

“Repensando la normalidad desde los cuerpos y las realidades actuales. Bravo betevé”

“Una serie diferente que te hace reconciliarte con los contendios de la tv. Me ha sorprendido”

El arte, la creación, el desarrollo integral como seres humanos, se presenta como el eje para transformar una realidad aparentemente insoportable. El mostrarnos como elemento de dignidad que nos interpela, aprendiendo a mirar estas vidas como vidas que cuentan, hechas de momentos sublimes y terribles, como cualquier otro vida.

Cada capítulo plantea un debate bio-ético, vinculado a la realidad diaria de personas discapacitadas (preferimos utilizar como “diversas funcionales”) que lo protagonizan.

La presentación de protagonistas y conflicto, la llevamos a cabo en clave de ficción, es decir, con puesta en escena, situaciones y diálogos con guión previo, tratamiento cinematográfico, huyendo de narradores, entrevistas o recursos periodísticos / documentales. Sin embargo, los personajes y el tema son absolutamente reales, y están tratados desde un punto de vista profundo, propio de un documental de investigación.

Queremos captar el interés de la audiencia ofreciéndole alicientes propios del entretenimiento, para abrir debates en temáticas que parecían ajenas por falta de presencia en su representación pública. Por eso cada capítulo integra igualmente recursos y códigos propios del documental, para aportar informaciones concretas y fomentar el contraste de puntos de vista, el debate cívico.

Esta posibilidad de entrevistas y / o voces en off, nunca se plantean de una forma convencional, sino integradas en la trama como parte de un falso noticiario, de un programa radiofónico, de tablas en las redes o blogs de internet. Hay que entender que no queremos mezclar lenguajes que aíslen mutuamente en una misma narración, sino integrarlos en un formato dinámico, estimulante, emocionante y abierto a la participación. Esta voluntad de participación la describiremos en apartados posteriores.

El desarrollo dramático, empuja al espectador a vivir situaciones cotidianas con los protagonistas, condición esencial de toda obra de ficción.

Cada capítulo integra una pieza de música, danza, deporte, u otro forma desde creación y / o de actividad visual que nuestros protagonistas practican como parte de su vida.