EKAI, esconde un secreto inconfesable, por el que ha perdido la voz. Vive recluido en una institución, junto a otros seres con cuerpos tullidos y mentes consideradas anormales. Su deseo de belleza y de amor, le lleva a recuperar sus recuerdos, en los que realidad y sueño no logran distinguirse.

Desafiar los criterios que definen la belleza de forma no teórica, sino a partir de la desesperada necesidad vital de ser considerado humano, me parece un viaje de radical importancia.

Afra Rigamonti